Sophie Calle es una de mis artistas favoritas. Me interesa mucho cómo usa unas estrategias típicamente conceptuales para albergar un contenido emotivo y autobiográfico, y desde luego, me apasionan sus historias. El motivo para hablar de ella esta semana surge de una mezcla de asociaciones que voy a intentar explicar en las siguientes líneas.

En algún momento me he topado con
este artículo de Calvo Serraller en que habla de la autobiografía de
Philip Roth. Al final del texto comenta cómo
Zuckerman, el más famoso alter ego del novelista, se mofa de la intención de Roth de escribir una autobiografía.
Este juego no pudo menos que recordarme el que establece
Paul Auster en su novela
Leviatán entre el personaje ficticio de Maria Turner y el personaje "real" de
Sophie Calle (nadie sabe cuán real es la artista francesa). Siempre había pensado que
Auster pidió prestado el arte de
Calle para el personaje de su novela. Sin embargo leo en
este artículo que
Sophie Calle imitó al personaje creado por
Auster llevando a cabo los trabajos de Maria Turner que él describía en su libro. De manera que
si Paul Auster en Leviatán agradece a la artista haberle permitido mezclar la realidad con la ficción, ella agradece al novelista en Double Game haberle permitido mezclar la ficción con la realidad.
Así que con todas estas cosas en la cabeza aproveché para rescatar de mi librería un pequeño y muy apreciado librito que me regaló mi querida Katja en el que se recopilan algunas de las historias que aparecen en los trabajos de Calle,
Wahre Geschichten, en castellano: historias verdaderas.